Las opciones de tratamiento para su cáncer de hueso se basan en el tipo de cáncer que tiene, la etapa, su estado de salud general y sus preferencias. Los diferentes tipos de cáncer de hueso responden a diferentes tratamientos, y sus médicos pueden ayudarlo a guiarlo en lo que es mejor para su cáncer. Por ejemplo, algunos cánceres de hueso se tratan solo con cirugía; Algunos con cirugía y quimioterapia; y algunos con cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Cirugía: el objetivo de la cirugía es extirpar todo el tumor canceroso. En la mayoría de los casos, esto involucra técnicas especiales para extirpar el tumor en una sola pieza, junto con una pequeña porción de tejido sano que lo rodea. El cirujano reemplaza el hueso perdido con un hueso de otra área de su cuerpo, con material de un banco de huesos o con un reemplazo de metal y plástico duro. Los cánceres de hueso que son muy grandes o están localizados en un punto complicado en el hueso pueden requerir cirugía para extirpar toda o parte de una extremidad (amputación). A medida que se han desarrollado otros tratamientos, la amputación se está volviendo menos común. Si es necesario realizar una amputación, es probable que se le aplique una extremidad artificial y que realice una capacitación para aprender a realizar las tareas diarias con su nueva extremidad.
Quimioterapia: la quimioterapia usa medicamentos fuertes contra el cáncer, generalmente administrados por vía intravenosa (intravenosa) para matar las células cancerosas. Sin embargo, este tipo de tratamiento funciona mejor para algunas formas de cáncer de huesos que para otras. Por ejemplo, la quimioterapia generalmente no es muy efectiva para el condrosarcoma, pero es una parte importante del tratamiento para el osteosarcoma y el sarcoma de Ewing.
Radioterapia: la radioterapia utiliza rayos de energía de alta potencia, como los rayos X, para destruir las células cancerosas. Durante la radioterapia, se acuesta en una mesa mientras una máquina especial se mueve a su alrededor y dirige los rayos de energía a puntos precisos de su cuerpo. La radioterapia se usa a menudo antes de una operación porque puede reducir el tamaño del tumor y facilitar su extirpación. Esto, a su vez, puede ayudar a reducir la probabilidad de que la amputación sea necesaria. La radioterapia también se puede usar en personas con cáncer de huesos que no se pueden extirpar con cirugía. Después de la cirugía, se puede usar la radioterapia para matar cualquier célula cancerosa que pueda quedar atrás. Para las personas con cáncer de huesos avanzado, la radioterapia puede ayudar a controlar los signos y síntomas, como el dolor.